Mientras el mundo experimenta una fluctuación sin precedentes en nuestro clima comercial, la cadena de suministros sin dudas ha sido uno de los sectores más afectados. Especialmente en lo que concierne a alimentos y bebidas, la industria está atravesando un cambio fundamental. Hoy en día, con la rebosante demanda y los obstáculos en cada paso del flujo de distribución, las empresas se enfrentan a la prueba de fuego. Para hacer frente a estos desafíos y adaptarse al mercado actual, una cantidad cada vez mayor de empresas se está inclinando hacia la tecnología para innovar sus operaciones y asegurar su eficacia a largo plazo.

La incorporación de la automatización a los diseños de depósito existentes abre la puerta a una infinidad de posibilidades. Las soluciones de automatización en la cadena de suministro optimizan la velocidad de cumplimiento, aumentan la productividad y mejoran la seguridad de los trabajadores, entre otras cosas.  Muchas de las soluciones son configurables y escalables, lo que permite que las empresas mantengan su competitividad en los mercados locales y globales.

La automatización en el depósito permite un almacenamiento más denso y una fácil recuperación. Dado que los depósitos automatizados se caracterizan por su configuración en altura, las empresas pueden utilizar una superficie de construcción menor que la de un depósito tradicional. Por lo general, una operación automatizada requiere un 25 % menos de espacio y alcanza niveles superiores de rendimiento. 

Los costes de utilización de energía se reducen con la configuración de alta densidad de un depósito automatizado, especialmente en entornos de almacenamiento en frío. Con un almacenamiento más denso en el espacio de refrigeración, se maximizan el espacio útil y la altura del cielorraso, lo que minimiza el espacio total necesario en el refrigerador. Los costes energéticos de la refrigeración son mayores que los de la calefacción, y la mayor parte de la pérdida se produce en el techo.  Un sistema automatizado de almacenamiento y recuperación (ASRS) tiene una superficie de techo menor que la disposición de estantería tradicional y puede generar ahorros energéticos del 35 al 50 %. 

Con la automatización, no es necesario que los trabajadores realicen tareas en el congelador. En cambio, la logística de pedidos y la consolidación de la carga se producen en el muelle de envío/recepción a temperatura ambiente. La eliminación de la mano de obra en el duro entorno de los congeladores supone una mejora de la ergonomía de los trabajadores, una mayor productividad laboral y el fin de los problemas de contratación de trabajadores que se relacionan con la cobertura de puestos de trabajo que requieren trabajar en un congelador.  

Dado que el almacén automatizado no requiere carretillas elevadoras que se operen de forma manual, se pueden eliminar los daños a las estanterías, al producto, a las puertas del congelador y a las instalaciones. En promedio, es posible que un almacén tradicional de congelados tenga que sustituir una puerta del congelador una vez al mes debido a los daños que puedan causar las carretillas elevadoras. 

La combinación de equipos automatizados de manipulación de materiales con software elimina la posibilidad de perder inventario en el almacén. El almacenamiento manual se automatiza con la gestión de inventario basada en datos.

Este enfoque basado en datos proporciona a las operaciones de alimentos y bebidas una precisión de pedidos mejorada al garantizar que las ubicaciones del inventario sean correctas y que se siga el método «primero en entrar, primero en salir» (FIFO) en la rotación del inventario. El coste de un pedido inexacto para un distribuidor de alimentos es significativo. La calidad y la frescura de los alimentos y sus fechas de caducidad y plazos de entrega influyen en la precisión de los pedidos. Si se entrega un pedido incorrecto a un cliente, por lo general se requiere un envío acelerado y costoso. Los almacenes tradicionales pueden experimentar varios errores de recogida al día. Los sistemas automatizados pueden experimentar un error de recogida una vez al mes.